
El 20 de marzo del año pasado, ese mismo sitio fue afectado por un incendio, el cual, según los vecinos, fue producto de la irresponsabilidad de los residentes del lugar.

Desde hace 7 años, los residentes del barrio Guayaquil, en el sector la carrera 11 entre calles 12 y 13 de Armenia, están solicitándole a la alcaldía y a la Policía Nacional, la intervención de una vivienda que ofrece ‘habitaciones’ en alquiler a las personas en situación de calle para pasar la noche.
Y es que para los vecinos, las riñas frecuentes, los escándalos constantes, la inseguridad, el olor a marihuana, que se filtra por entre los patios, y la mala disposición de los residuos requiere de una atención inmediata por parte de las autoridades, teniendo en cuenta que a solo 3 cuadras de allí se encuentra el colegio de las Hermanas Capuchinas.
Sin embargo, hasta la fecha, de nada han servido los 3 derechos de petición —2012, 2019 y 2020— que llevaron a la administración y, por si eso fuera poco, tampoco les dio resultado advertir sobre la mala manipulación de un fogón de leña que encienden al interior de la casa, ya que el 20 de marzo de 2019, un incendio consumió la estructura. Pero ni el fuego ha impedido que el dueño siga rentando el lote, por encima de la ceniza y la porquería.
“Estoy perjudicada porque la casa del señor no tiene paredes propias. El lugar es un basurero, de allí salen zancudos, ratas, cucarachas. No sé cómo hacen para vivir allí cerca de 15 habitantes de calle. Además, estoy cansada de que a mi casa se filtre el humo del fogón”, dijo María Cristina del Pilar Arias Vallejo, cuyo predio colinda con la casa de alquiler.
El lugar carece de alcantarillado y de baterías sanitarias, razón por la cual convirtieron un lote baldío localizado enseguida del lugar —esquina de la carrera 11 con calle 13— en sanitario público. “Cuando uno menos piensa, ellos van tirando sus deposiciones empacadas en bolsas”, acotó la vecina.
Según José Arcángel Molano, presidente de la JAC del Guayaquil, el propietario hace pasar el lote como parqueadero, cuando en realidad, se trata de un sitio repleto de basura. “Yo calculo unas 10 toneladas como mínimo de desperdicios de todo tipo, ese es el problema, no que lo utilicen para dormir, sino que lo hayan transformado en un basurero para consumir drogas”, agregó el líder comunitario, quien asegura que ante la falta de respuestas de las autoridades, la comunidad está pensando en instaurar una acción de tutela.
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Mesa de trabajo interdisciplinario
En diálogo con LA CRÓNICA, el secretario de Gobierno y Convivencia de Armenia, Javier Ramírez Mejía, en primera instancia aceptó desconocer la situación del lugar, pero después de unas horas y de documentarse de la magnitud de la problemática, anunció que su dependencia convocará a una mesa técnica donde tengan asiento Salud, Policía, Planeación y la comunidad, para analizar cuál es el paso a seguir. “Despacio y buena letra. Vamos a estar muy pendientes del tema para ver cuál es la estrategia más acertada”.
Escuche en una nueva ventana al presidente de la JAC del barrio Guayaquil. (Ver en otra pestaña)